El implante de tapones lagrimales es un procedimiento sencillo y eficaz para tratar el ojo seco. El implante de tapones lagrimales implica la inserción de pequeños dispositivos en los conductos lagrimales del ojo para bloquear parcial o totalmente la salida de las lágrimas. Estos tapones se colocan de forma indolora y reversible, y están diseñados para mantener las lágrimas en la superficie ocular, aliviando así los síntomas de la sequedad ocular.
La fotocoagulación retinal con láser argón implica la aplicación de rayos láser de alta energía en la retina para sellar o cauterizar pequeñas áreas de tejido anormal. Esto ayuda a prevenir el sangrado o la filtración de líquido en la retina, así como a tratar enfermedades oculares como la retinopatía diabética, la degeneración macular y el desgarro o desprendimiento de la retina.
La iridotomía láser es un procedimiento oftalmológico utilizado para tratar el glaucoma de ángulo cerrado y prevenir el aumento de la presión ocular. La iridotomía láser implica el uso de un láser especial para crear una pequeña abertura en el iris, la parte coloreada del ojo. Esta abertura permite que el líquido ocular fluya libremente, aliviando así la presión acumulada y previniendo episodios de glaucoma de ángulo cerrado. Es rápido, seguro y generalmente indoloro.
Es un procedimiento oftalmológico utilizado para tratar la opacificación de la cápsula posterior del cristalino después de una cirugía de cataratas. La capsulotomía YAG láser implica el uso de un láser especial llamado YAG para crear una abertura en la cápsula posterior del cristalino. Después de una cirugía de cataratas, es común que la cápsula posterior se vuelva opaca con el tiempo, lo que puede afectar la visión. Con la capsulotomía YAG láser, se realiza una abertura precisa en esta cápsula, lo que permite que la luz llegue al fondo del ojo y mejore la visión.
Es una técnica que utiliza pulsos de láser suaves que se usa principalmente para tratar afecciones como la coroidopatia serosa central y el edema macular de origen diabètico. El láser de micropulso actúa estimulando las células del tejido ocular, lo que desencadena una serie de procesos biológicos que ayudan a mejorar la circulación sanguínea y reducir la inflamación. Algunos de los beneficios de esta técnica incluyen una recuperación más rápida y menos molestias para el paciente, en comparación con otros tratamientos láser más invasivos.
